domingo, 22 de julio de 2018

16º DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

1.- “EL CÍRCULO DEL ODIO”: ES EL TÍTULO DE LA SIGUIENTE NARRACIÓN.

El presidente de la empresa gritó al director de una oficina, porque estaba enfadado en ese momento.
El director llegó a su casa y gritó a su esposa, acusándola de que estaba gastando demasiado, porque había un abundante almuerzo en la mesa.
Su esposa gritó a la empleada porque rompió un plato.
La empleada dio un puntapié al perro porque la hizo tropezar.
El perro salió corriendo y mordió a una señora que pasaba por la vereda, porque estaba obstaculizando su salida por la puerta.
Esa señora fue al hospital para ponerse la vacuna y que le curaran la herida, y gritó al joven médico, porque le dolió la vacuna al ser aplicada.
El joven médico llegó a su casa y gritó a su madre, porque la comida no era de su agrado.
Su madre que era un manantial de amor y perdón, acarició sus cabellos diciéndole:
- "Hijo querido, prometo que mañana haré tu comida favorita.
Tú trabajas mucho, estás cansado y precisas una buena noche de sueño.
Voy a cambiar las sábanas de tu cama por otras bien limpias y perfumadas, para que puedas descansar en paz. Mañana te sentirás mejor".
Bendijo a su hijo y abandonó la habitación, dejándolo solo con sus pensamientos...
En ese momento, se interrumpió el CÍRCULO DEL ODIO, porque
chocó con la DULZURA, el PERDÓN y el AMOR.
Con frecuencia en nuestra vida y en la sociedad se extiende el círculo del odio. Pero debemos aprender a romperlo como hizo esta madre. 
Hoy la carta a los Efesios nos dice que Cristo rompió el muro del odio que nos dividía con su amor redentor en la Cruz. El amor y el perdón fueron más fuertes que el odio.

2.- MENSAJES DE LA PALABRA DE DIOS

2.1.- Libro del Profeta Jeremías
• Crítica de los malos pastores (gobernantes y dirigentes religiosos):
“¡Ay de los pastores que dispersan y dejan perecer las ovejas de mi rebaño!”
• Promesa de un nuevo y gran pastor:
“Yo mismo reuniré el resto de mis ovejas, de todos los países a donde las expulsé, y las volveré a traer a sus dehesas, para que crezcan y se multipliquen”.

2.2.- Carta a los Efesios:
• Jesús es signo de unión y promesa de paz
La imagen puede contener: una o varias personas y texto“Ahora estáis en Cristo Jesús. Ahora, por la sangre de Cristo, estáis cerca de los que antes estabais lejos. Él es nuestra paz”. 
• Jesús viene a derribar los muros del odio
“Él ha hecho de los dos pueblos, Judíos y gentiles, una sola cosa, derribando con su cuerpo el muro que los separaba: el odio”. 

2.3.- EVANGELIO
• Jesús nos invita a descansar con Él
“Venid vosotros solos a un sitio tranquilo a descansar un poco”.
• Jesús se presenta como el Buen Pastor, lleno de compasión y ternura.
“Al desembarcar, Jesús vio una multitud y le dio lástima de ellos, porque andaban como ovejas sin pastor; y se puso a enseñarles con calma”.

3.- TRES LLAMADAS DEL SEÑOR ESTE DOMINGO

3.1.- ESTAMOS LLAMADOS A DERRIBAR COMO JESÚS LOS MUROS DEL ODIO.
Alejemos el odio del corazón. Seamos sembradores de unidad. Seamos puentes que unen, no muros que dividen. Nuestra sociedad y nuestras familias necesitan personas así.1

3.2.- ESTAMOS LLAMADOS A SER BUENOS PASTORES COMO JESÚS
++ No seamos malos pastores: aquellos que dividen, que se preocupan más de ellos mismos que de los que se les han encomendado, que crean muros y problemas más que solucionarlos, los que no tienen espíritu de servicio…
++ Estemos atentos gobernantes, sacerdotes, padres y madres… porque podemos ser malos pastores.

La imagen puede contener: texto3.3.- APRENDAMOS A DESCANSAR NUESTRO CORAZÓN EN EL CORAZÓN DE CRISTO
Con frecuencia vivimos agobiados, sin paz interior. Vayamos a Jesús a recuperar la paz, la serenidad que no fatiga, la limpieza interior que produce sosiego. La presencia de Cristo en nosotros trae paz, quietud, serenidad…
Que bella es la frase de San Juan de la Cruz: “el alma que anda en amor ni cansa ni se cansa”.

4.- CONCLUSIÓN

Para terminar os invito a orar con el salmo 22 que hoy nos propone la liturgia, mirando a Jesús, el Buen Pastor:

El Señor es mi pastor, nada me falta: 
en verdes praderas me hace recostar; 
me conduce hacia fuentes tranquilas 
y repara mis fuerzas…
Aunque camine por cañadas oscuras, 
nada temo, porque tú vas conmigo: 
tu vara y tu cayado me sosiegan...
Tu bondad y tu misericordia me acompañan 
todos los días de mi vida, 
y habitaré en la casa del Señor 
por años sin término.

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