jueves, 1 de noviembre de 2018

SOLEMNIDAD DE TODOS LOS SANTOS

1.- TESTIMONIO

La imagen puede contener: una persona, sonriendo, textoEl día dos del pasado mes de septiembre Tomás Zaragoza, misionero de origen villacañero, celebró la misa del entierro de su madre, María García Álvarez, en nuestra parroquia. En la homilía dijo: “Mi madre nunca deseó mal a nadie y si alguna vez decía cosas que podían entristecer a alguien, enseguida ella se entristecía y pedía perdón. Porque el rencor, el resentimiento y muchas otras cosas de este tipo no tenían cabida en su vida… Generosa siempre lo fue, tratando de ayudar a quien podía, renunciando a sus propios gustos, porque poco pensaba en ella misma.
En sus últimos días recitaba como una jaculatoria la segunda parte del Avemaría: “Santa María madre de Dios, ruega por nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte”. Amante de la Virgen, no sé cuantos rosarios habrá rezado por todos los que conocía y especialmente por su familia más cercana. Y por mí, su hijo sacerdote. Siempre que venía a pasar algunos días me decía: SÉ SANTO, QUE PARA ESO ERES SACERDOTE”.
Es hermoso recordar a tantas personas de nuestra familias y de nuestra parroquia que nos han dado un testimonio sencillo, pero auténtico de vida cristiana y de santidad: abuelos, padres, catequistas, sacerdotes, vecinos…
Recientemente el papa Francisco ha escrito la Exhortación apostólica “Gaudete et exsultate”. En ella nos habla de la santidad que debemos vivir cada uno. Francisco la llama la santidad de la puerta de al lado: "Todos estamos llamados a ser santos viviendo con amor y ofreciendo el propio testimonio en las ocupaciones de cada día, allí donde cada uno se encuentra. ¿Eres consagrada o consagrado? Sé santo viviendo con alegría tu entrega. ¿Estás casado? Sé santo amando y ocupándote de tu marido o de tu esposa, como Cristo lo hizo con la Iglesia. ¿Eres un trabajador? Sé santo cumpliendo con honradez y competencia tu trabajo al servicio de los hermanos. ¿Eres padre, abuela o abuelo? Sé santo enseñando con paciencia a los niños a seguir a Jesús…” 
Se trata vivir cada día desde el Mandamiento del Amor y las Bienaventuranzas, con alegría y sentido de fe.

2.- HOY CONMEMORAMOS A TODOS LOS SANTOS.

Los santos canonizados oficialmente por la Iglesia
Y la inmensa multitud de santos anónimos. Algunos han coincidido con nosotros. ¡Hemos convivido con santos!

3.- LA PALABRA DE DIOS HOY NOS HABLA DE LA SANTIDAD:

3.1.-La 1ª lectura del libro del Apocalipsis nos ofrece una visión del cielo poblado de santos: “una muchedumbre inmensa, que nadie podía contar, de toda nación, raza, pueblo y lengua, de pie delante del trono y del Cordero, vestidos con vestiduras blancas y con palmas en sus manos”. 
3.2.- La 2ª lectura de la Carta de San Juan nos invita a dar gracias a Dios por llamarnos a ser hijos suyos y por abrirnos a la esperanza del cielo: “Mirad que amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios, pues ¡lo somos!... Queridos, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que seremos. Sabemos que, cuando se manifieste, seremos semejantes a él, porque lo veremos tal cual es”.
3.3.- El Evangelio de San Mateo nos presenta las Bienaventuranza como camino de santidad y felicidad

4.- TÚ Y YO ESTAMOS LLAMADOS A LA SANTIDAD. ¿CÓMO VIVIR LA SANTIDAD? CUATRO CONSEJOS

4.1.- Cuidar la amistad con Cristo. Con su gracia podemos mucho. Sin Él somos muy frágiles todos.
4.2.- Hacer del amor el centro de la vida: amor a Dios y amor a los demás.
4.3.- Vivir la entrega y la fidelidad en la propia vocación: sacerdotal, consagrada, laical, matrimonial…
4.4.- Llevar la fe a la vida diaria: poner amor en lo pequeño de cada día, sobre todo en la familia, en el trabajo y en la convivencia. Hacer bien y con amor lo que tenemos que hacer cada día. Vivir apasionados por el bien.

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