1.- COMENZAMOS CON UN TESTIMONIO DE MADRE TERESA DE CALCUTA.

2.- PALABRA DE DIOS DEL DOMINGO.
2.1.- El Profeta Isaías nos hace una llamada a la solidaridad:
“Parte tu pan con el hambriento, hospeda a los pobres sin techo, viste al que ves desnudo, y no te cierres a tu propia carne”.
2.2.- La Carta a los Corintios nos presenta el testimonio de Pablo:
“Yo, hermanos, cuando vine a vosotros a anunciaros el misterio de Dios, no lo hice con sublime elocuencia o sabiduría, pues nunca entre vosotros me precié de saber cosa alguna, sino a Jesucristo, y Éste crucificado”.
2.3.- El Evangelio de San Mateo nos invita a ser LUZ y SAL.
3.- ¿CÓMO SER LUZ EN LA VIDA?
3.1.- Estando cerca de la luz, que es Cristo. Los cristianos sólo podremos ser luminarias si estamos unidos, con todas las consecuencias, a esa gran fuente de energía espiritual, de gracia y de verdad que es Jesús.
3.2.- No escondiendo la luz.
3.3.- Cuidando la caridad y el amor fraterno: sin amor ni solidaridad es imposible transmitir la luz de la fe.
4.- ¿CÓMO SER SAL?
4.2.- Manteniendo la alegría en las dificultades.
3.3.- Siendo conciencia crítica del mundo y a veces yendo contracorriente de los criterios mundanos.
Existe un bello texto espiritual de la Iglesia primitiva llamado "Carta a Diogneto", que habla sobre la misión de los cristianos en el mundo. Dice así:
"Los cristianos no se distinguen de los demás hombres ni por el lugar en que viven, ni por su lenguaje, ni por sus costumbres. Ellos, en efecto, no tienen ciudades propias, ni utilizan un hablar insólito, ni llevan un género de vida distinto… Habitan en su propia patria, pero como forasteros; toman parte en todo como ciudadanos, pero lo soportan todo como extranjeros; toda tierra extraña es patria para ellos, pero están en toda patria como en tierra extraña. Igual que todos, se casan y engendran hijos, pero no se deshacen de los hijos que conciben. Tienen la mesa en común, pero no el lecho.

Para decirlo en pocas palabras: los cristianos son en el mundo lo que el alma en el cuerpo. El alma, en efecto, se halla esparcida por todos los miembros el cuerpo; así también los cristianos se encuentran dispersos por todas las ciudades del mundo.
5.- CONCLUSIONES.
++ APRENDAMOS A SER LUZ Y SAL EN NUESTRO AMBIENTE.
++ NO OLVIDEMOS QUE EL PRÓXIMO DOMINGO ES LA COLECTA Y LA JORNADA NACIONAL DE MANOS UNIDAS: UNA GRAN OPORTUNIDAD PARA HACER VIDA EL EVANGELIO
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