7º DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

1.- COMENZAMOS CON UN TESTIMONIO SOBRE EL PERDÓN:

Guillermo Blasco, joven estudiante de Arquitectura ante el Papa y los jóvenes en la visita de Juan Pablo II a España en el 2003 dijo: 

“Querido Santo Padre: 

Me llamo Guillermo Blasco. Tengo 19 años, pertenezco a una familia de seis hijos y estudio arquitectura técnica. Nací el día de la Inmaculada y la Virgen me ha llevado siempre bajo su manto. Estudié en el Colegio de Ntra. Sra. del Recuerdo de Madrid y mis padres me han educado en la fe. ..

El 15 de agosto de 1998, día de la Asunción, murió mi hermano Fernando en Irlanda en un atentado terrorista. Tenía 12 años. Este hecho marcó mi vida de adolescente. Esa misma noche, cuando supe lo ocurrido, llamé hasta la madrugada a todos los hospitales de Irlanda. Al día siguiente, se confirmó la terrible noticia e, inmediatamente, fui a Misa con mi padre. 

Entre la perplejidad y el miedo, una pequeña luz se encendió en el horizonte. Era la luz del camino de Santiago, algo que había penetrado hasta lo más profundo de mi ser. En la comunión encontré una fuerza que jamás hubiese imaginado. Nunca había visto el poder de Dios en las personas. Cuando mis padres perdonaron a los asesinos de mi hermano, su testimonio se gravó a fuego en mi corazón. Desde entonces tengo la convicción de que la Virgen ha intercedido de una forma muy especial por mi familia. 

La muerte de mi hermano supuso un gran cambio para mí. Mi familia se unió como una piña, y gracias al ejemplo de mi madre, comencé a ir a Misa todos los días antes de clase. Lo necesitaba. Había descubierto que Jesús es el mejor amigo, del que nadie me puede separar. Vi también que necesitaba la fuerza interior que me da la Eucaristía. 

Fueron tiempos duros, Santidad, pero la comunión diaria, y el testimonio cristiano de mis padres mantuvieron a flote mi esperanza…. 

Desde aquel día, y para siempre, intento a través de la oración, ofrecerle cada cosa que hago: cada entrenamiento, cada lámina que dibujo... Ella me ha ayudado a saborear la oración, el diálogo con el Amigo que nunca falla, que sólo me pide que me deje amar, que sólo desea colmarme de gracias. Por eso, permítame Santidad que invite a mis hermanos, los jóvenes, a compartir el amor de María, el amor de Cristo, el Amigo fiel que nunca permite que nos sintamos solos, que sólo nos pide que le dejemos llenar nuestro corazón de su amor y que en esta tarde nos hace esta pregunta: ¿Quieres ser mi testigo, quieres ser amado?”

2.- LA PALABRA DE DIOS ESTE DOMINGO.

2.1.- Carta a los Corintios:

“¿No sabéis que sois templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en vosotros?”

2.2.- El Evangelio nos presenta EL AMOR A LOS ENEMIGOS

++ Jesús nos invita a superar la ley del Talión: “ojo por ojo, diente por diente…”. Nos llama a “no hacer frente al que nos agravia”, sino a caminar por la senda de la no violencia. A responder al mal con la fuerza del bien.

+++ Jesús nos llama a vivir el amor a los enemigos. “Yo, en cambio, os digo: amad a vuestros enemigos, haced el bien a los que os aborrecen y rezad por los que os persiguen y calumnian”

3.- ¿CUÁLES SON LOS MOTIVOS ÚLTIMOS PARA AMAR A TODOS? 

3.1.- La santidad y bondad de Dios:

• El “hace salir el sol sobre justos e injustos”

• “Sed perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto”, resonancia de lo que se afirma en la primera lectura: “Sed santos, porque yo, el Señor, vuestro Dios, soy santo”.

3.2.- El ejemplo de Cristo

Los cristianos debemos ser los testigos del amor de Dios. Un amor generoso y fuerte. Jesús es el mayor modelo de santidad y nos dio ejemplo de morir perdonando.

3.- CONCLUSIONES

3.1.- Necesitamos ejercitarnos en el perdón.

3.2.- El papa Francisco nos habla de “Primerear”: debemos aprender a dar el primer paso para la reconciliación.

3.3.- Siempre podemos rezar por ellos. Incluso ofrecer la Misa por ellos.

3.4.- Pensar en Jesús que supo perdonar a sus enemigos nos da fuerza para vivir el amor a todos.

3.5.- Debemos cuidar nuestra interioridad: somos templo de Dios.

4.- TERMINO INVITANDOOS A REZAR ESTE PRECIOSO SALMO 102 QUE HOY NOS PROPONE LA LITURGIA

“…Bendice, alma mía, al Señor, 

y no olvides sus beneficios.

Él perdona todas tus culpas 

y cura todas tus enfermedades; 

él rescata tu vida de la fosa 

y te colma de gracia y de ternura. 

El Señor es compasivo y misericordioso, 

lento a la ira y rico en clemencia….

Como un padre siente ternura por sus hijos, 

siente el Señor ternura por sus fieles”.