domingo, 2 de septiembre de 2018

22º DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

1.- EL TENOR ANDREA BOCELLI, QUE CANTÓ EL AVE MARÍA DE SCHUBERT EN EL RECIENTE ENCUENTRO MUNDIAL DE LAS FAMILIAS NOS HA HABALDO DE SU FE: 

”El canto, la voz, como todos los talentos de este mundo, es un don de Dios, de esto no hay duda. En el hombre no hay méritos, porque todo lo que puede lograr en la vida, lo hace a través de los dones, de los talentos que ha recibido; así que hay poco de lo que enorgullecerse. Debemos darle las gracias, y eso es suficiente. 
La fe es un viaje que se hace en un intento de comprender, de comprender el sentido de la vida. Por lo tanto, o bien pensamos que somos hijos del azar, y esto creo que es un accidente intelectual, porque considerar a los hijos del azar es un poco como estar frente a la Piedad de Miguel Ángel y no creer en la autoría de esa escultura, es decir, pensar que la Piedad fue encontrada un día en los Alpes Apuanos por casualidad. Para mí fue también un camino racional: pensé que el mundo solo podía ser fruto de una voluntad inteligente, mucho más que la nuestra, y desde ese momento también esperé que fuera una voluntad de amor, ¡una voluntad que nos amó verdaderamente!”
La fe auténtica implica cabeza y corazón. Nos lleva a aceptar a Dios y a vivir siempre desde el agradecimiento por tantos dones recibidos como Andrea Bocelli. También supone vivir desde el corazón una vida de amor y servicio a los demás.

2.-Este domingo la Palabra de Dios nos da respuesta a la pregunta: ¿CÓMO VIVIR LA FE CON AUTENTICIDAD?

2.1.- El LIBRO DEL DUTERONOMIO nos invita a hacer vida los mandamientos de Dios
• Moisés habla al pueblo sobre el decálogo, los 10 mandamientos: “Ahora, Israel, escucha los mandatos y decretos que yo os mando cumplir. Estos mandatos son vuestra sabiduría y vuestra inteligencia a los ojos de los pueblos”

2.2.- LA CARTA DE SANTIAGO nos da otras dos pistas: Saber ponerse a la escucha de la Palabra de Dios y practicar la caridad con los demás.
• “Aceptad dócilmente la Palabra que ha sido planteada y es capaz de salvarnos. Llevadla a la práctica y no os limitéis a escucharla engañándoos a vosotros mismos”. 
• “La religión pura e intachable a los ojos de Dios Padre es ésta: visitar huérfanos y viudas en sus tribulaciones y no mancharse las manos con este mundo”.
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2.3.- EL EVANGELIO nos habla del corazón. La religión no puede ser mera fachada o hipocresía, como hacían los fariseos.
• “Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí. El culto que me dan está vacío, porque la doctrina que enseñan son preceptos humanos.” Dejáis a un lado el mandamiento de Dios para aferraros a la tradición de los hombres”
• “Nada que entre de fuera puede hacer al hombre impuro; lo que sale de dentro es lo que hace impuro al hombre” .

3.- TRES PALABRAS QUE NOS AYUDAN A VIVIR BIEN NUESTRA FE: CORAZÓN, VIDA Y AMOR.

La imagen puede contener: nubes, cielo, texto, naturaleza y exterior3.1.- FE Y CORAZÓN: Practicar la religión del corazón.
• Debemos cuidar nuestra interioridad. 
• Es preciso alejarnos de toda clase de hipocresía, de querer aparentar que somos buenos sin serlo. 
• Un corazón en paz, que pone en Dios su centro, que intenta siempre transmitir amor es garantía de felicidad. 
• Así seremos mucho más comprensivos con los demás.

3.2.- FE Y VIDA: Tratar de unir la fe y la vida, para no caer en una religión de apariencias.
• Debemos revisar nuestras prácticas religiosas para que procedan del corazón y de la vida. 
• Tenemos que dar testimonio de Cristo no sólo con las palabras, sino principalmente con la vida.
• Muchos se han alejado de la fe porque nosotros hemos vivido una religión poco auténtica, basada sólo en ritos desconectados de la vida.
• ¡Qué gran mal y sufrimiento provocamos en los demás cuando hacemos lo contrario de lo que decimos! !Cuando exigimos que los demás hagan cosas que nosotros no practicamos¡ Nos convertimos en fariseos. Sobre todo los pastores de la Iglesia y los que tienen alguna responsabilidad en la educación de los otros: padres, educadores…..

3.3.- FE Y AMOR: Aprender lo esencial de la fe.
• Ir a lo importante: los mandamientos de Dios. Nosotros tenemos el mejor camino de santidad y autenticidad en el Evangelio, en el Mandamiento Nuevo del Amor y en las Bienaventuranzas. Lo demás es menos importante, no es que no haya que cumplirlo. Pero sí ponerlo en su lugar.
• El camino que Jesús ha vivido y que nos propone es el del AMOR y la HUMILDAD.

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